ENTRE PALABRAS Y PROMESAS

Ebria... muy ebria... como si la distancia y el tiempo se fusionaran para acompañarme. Distancia de segundos. Distancia de sueños desangrados...
Me presto, esta noche, a escudriñar entre los parámetros de la inconsciencia. Ebria... muy ebria... recordando a un antiguo amante, quien entre esquivas caricias me sedujo. Quien, por cortesía a una dama, se mantuvo como un lacayo y fue el esclavo perfecto de una damisela en celo, entre las sombras, durante toda una noche. Como aquél don Juan de Marcos, quien entre palabras y promesas sostuvo a una dama atenta durante toda una noche. Quien supo cómo escudriñar esos deseos maltrechos, de una soledad acumulada por años. Quien entre “no puedos” y “lo sientos”, calmó la velada, hasta verter el fruto amargo del desencanto.
Se prestó para esperar a aquella que entre evasivas le mantuvo despierto durante toda una noche.
Y, que, sin recelo la espera.
¿Desnudos? No. La damisela ha escuchado una voz que cada noche se presenta y le tararea alguna canción, o… se la hace sentir… para el caso, es igual

No hay comentarios:

Publicar un comentario

has tu comentario aquí