04:08 AM
21.11. 99

Historias que desangran el viento, caen a pedazos sobre mi espalda.
Caigo exhausta sobre los años y me vuelvo de piedra.
Fría. Como el silencio.
Copas derramadas demandan la sed de unos labios que musitan un “lo siento”.
Mordidos labios de musa, que festejan impávidos frente a la redención del recuerdo.
Frente al recelo.

Ella despierta de súbito, y un gato ronronea sobre su almohada.
No queda mucho que decir… le acaricia, y le deja.
Sus ojos se tornan en el fondo de la noche,
mientras su boca atrapa un suspiro que resbala indefenso sobre sus labios.

Mucho polvo sobre las mejillas.
Muchos pasos de tardanza.
Manos sucias.
Desvelo.
Vestigio de oráculos inexistentes.
Frío suelo;
Barato sentir.

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